¿Te gustaría trabajar en lo que te apasiona? ¿Te gustaría tener más libertad, flexibilidad y autonomía en tu vida laboral? ¿Te gustaría crear tu propio proyecto profesional y aportar valor a la sociedad? Si has respondido que sí a alguna de estas preguntas, quizás el emprendimiento sea la opción profesional que estás buscando.
En este artículo te voy a dar información sobre el emprendimiento como una opción profesional para el siglo XXI. Te voy a explicar qué es el emprendimiento, qué beneficios y desafíos tiene, qué habilidades y competencias se requieren, qué pasos hay que seguir, y qué recursos y ejemplos puedes consultar. Además, te voy a dar algunos consejos y recomendaciones para que te animes a emprender tu propio negocio.
¿Qué es el emprendimiento?
El emprendimiento es el proceso de crear, desarrollar y gestionar un negocio propio, con el fin de satisfacer una necesidad o resolver un problema del mercado, generando valor y beneficios para el emprendedor y para la sociedad.
El emprendimiento puede ser una opción profesional muy atractiva y gratificante para muchas personas que quieren trabajar en lo que les gusta, tener más control sobre su trabajo, aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado, innovar y crear nuevos productos o servicios, contribuir al desarrollo económico y social, etc.
Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el principal estudio sobre el emprendimiento a nivel mundial, en 2019 había más de 582 millones de emprendedores en el mundo, lo que representa el 7,6% de la población adulta. Además, el 77% de los emprendedores lo hacían por oportunidad y no por necesidad, lo que indica un alto grado de motivación y de confianza en sus proyectos.
¿Qué beneficios y desafíos tiene el emprendimiento?
Como toda opción profesional, el emprendimiento tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Algunos de los beneficios que puede ofrecer el emprendimiento son:
- Autorealización: el emprendedor puede trabajar en lo que le apasiona y le motiva, siguiendo su vocación y sus intereses personales y profesionales. Puede sentirse orgulloso de su trabajo y de los resultados que obtiene. Puede ver el impacto positivo de su esfuerzo y de su creatividad en el mercado y en la sociedad.
- Libertad: el emprendedor puede elegir el tipo de negocio que quiere crear, el horario que le conviene, el lugar donde quiere trabajar, los clientes con los que quiere colaborar, etc. Tiene la posibilidad de adaptar su trabajo a sus necesidades y preferencias personales y profesionales.
- Flexibilidad: el emprendedor puede modificar su negocio según las circunstancias del mercado, las demandas de los clientes, las oportunidades que surjan, etc. Tiene la capacidad de reaccionar ante los cambios y de innovar y crear nuevos productos o servicios.
- Autonomía: el emprendedor tiene el poder de tomar sus propias decisiones y de asumir la responsabilidad de sus acciones. No tiene que rendir cuentas a nadie más que a sí mismo y a sus clientes. Tiene la oportunidad de desarrollar sus habilidades y competencias personales y profesionales.
- Ingresos: el emprendedor puede obtener beneficios económicos de su negocio, según la cantidad y la calidad de su trabajo, la competencia, la demanda, etc. Tiene la posibilidad de aumentar sus ingresos y de reinvertirlos en su negocio o en otros proyectos.
Sin embargo, el emprendimiento también implica algunos retos y dificultades que hay que tener en cuenta. Algunos de los desafíos que puede suponer el emprendimiento son:
- Incertidumbre: el emprendedor no tiene un salario fijo ni una seguridad laboral garantizada. Su ingreso depende de la viabilidad y la rentabilidad de su negocio, que puede variar según el mercado, la competencia, la demanda, etc. Tiene que afrontar el riesgo y la posibilidad de fracasar.
- Carga de trabajo: el emprendedor tiene que realizar múltiples tareas y funciones, no solo las relacionadas con su actividad principal, sino también las administrativas, contables, legales, comerciales, etc. Tiene que gestionar su tiempo, sus recursos, sus impuestos, sus facturas, etc. Tiene que estar al día de las normativas, las tendencias, las novedades, etc.
- Presión: el emprendedor tiene que asumir una gran carga de estrés y de exigencia. Tiene que enfrentarse a los problemas, los obstáculos, los imprevistos, etc. Tiene que lidiar con las expectativas, las quejas, las reclamaciones, etc. Tiene que mantener una alta motivación y una constante autoevaluación.
- Aislamiento: el emprendedor puede sentirse solo y desvinculado del entorno laboral. No tiene compañeros de trabajo con los que compartir experiencias, opiniones, consejos, etc. No tiene un apoyo o una supervisión externa. Tiene que buscar su propia red de contactos y colaboradores.
¿Qué habilidades y competencias se requieren para el emprendimiento?
Para emprender un negocio propio, se requieren una serie de habilidades y competencias que permitan al emprendedor desarrollar su actividad con éxito. Algunas de estas habilidades y competencias son:
- Iniciativa: el emprendedor debe tener la capacidad de generar y poner en marcha ideas de negocio, de forma proactiva y autónoma. Debe ser capaz de identificar oportunidades, de asumir riesgos, de tomar decisiones, de resolver problemas, etc.
- Creatividad: el emprendedor debe tener la capacidad de crear productos o servicios originales, novedosos y eficaces, que satisfagan una necesidad o resuelvan un problema del mercado. Debe ser capaz de innovar, de diferenciarse, de aportar valor añadido, etc.
- Aprendizaje: el emprendedor debe tener la capacidad de adquirir y actualizar sus conocimientos y habilidades profesionales, tanto los específicos de su actividad como los transversales, como la competencia digital, los idiomas, el marketing, las ventas, las finanzas, etc. Debe ser capaz de aprender de sus errores, de mejorar continuamente, de adaptarse al cambio, etc.
- Comunicación: el emprendedor debe tener la capacidad de expresar y transmitir su idea de negocio, su propuesta de valor, su ventaja competitiva, etc., de forma clara, precisa y persuasiva. Debe ser capaz de comunicarse con diferentes públicos, como clientes, proveedores, socios, inversores, etc., utilizando diferentes medios, como el oral, el escrito, el visual, el digital, etc.
- Colaboración: el emprendedor debe tener la capacidad de trabajar en equipo, de forma cooperativa y coordinada, con otros profesionales, tanto del mismo como de diferentes sectores. Debe ser capaz de establecer y mantener relaciones de confianza, de compartir información, de aportar y recibir feedback, de negociar, etc.
¿Qué pasos hay que seguir para emprender un negocio propio?
Para emprender un negocio propio, hay que seguir una serie de pasos que permitan al emprendedor planificar y ejecutar su proyecto profesional. Algunos de estos pasos son:
- Definir la idea de negocio: el emprendedor debe tener una idea de negocio clara, concreta y viable, que responda a una necesidad o a un problema del mercado, que genere valor y beneficios para el emprendedor y para la sociedad, y que se diferencie de la competencia.
- Analizar el mercado potencial: el emprendedor debe conocer y estudiar el mercado al que se dirige su negocio, identificando a sus clientes potenciales, sus necesidades, sus preferencias, sus hábitos de consumo, etc., así como a sus competidores, sus productos o servicios, sus precios, sus estrategias, etc.
- Elaborar el modelo de negocio: el emprendedor debe diseñar el modelo de negocio que va a seguir su negocio, definiendo los aspectos clave de su funcionamiento, como la propuesta de valor, el segmento de clientes, los canales de distribución, las fuentes de ingresos, los recursos clave, las actividades clave, los socios clave, la estructura de costes, etc. Una herramienta muy útil para elaborar el modelo de negocio es el lienzo o canvas de modelo de negocio.
- Elaborar el plan de negocio: el emprendedor debe elaborar el plan de negocio que va a seguir su negocio, detallando los aspectos operativos, financieros, comerciales, legales, etc. de su proyecto. El plan de negocio es un documento que sirve para presentar y defender el negocio ante posibles inversores, socios, clientes, etc., así como para evaluar su viabilidad y rentabilidad.
- Buscar financiación: el emprendedor debe buscar financiación para poner en marcha su negocio, según el capital inicial que necesite, el tipo de negocio que quiera crear, el riesgo que quiera asumir, etc. Existen diferentes fuentes de financiación, como los recursos propios, los préstamos bancarios, las subvenciones públicas, los fondos de inversión, el crowdfunding, etc.
- Elegir la forma jurídica: el emprendedor debe elegir la forma jurídica que más le convenga para constituir su negocio, según el tipo de actividad que vaya a realizar, el número de socios que vaya a tener, el régimen fiscal que vaya a elegir, la responsabilidad que vaya a asumir, etc. Existen diferentes formas jurídicas, como el autónomo, la sociedad limitada, la sociedad anónima, la cooperativa, etc.
- Realizar los trámites legales: el emprendedor debe realizar los trámites legales necesarios para dar de alta su negocio, según la forma jurídica que haya elegido, la actividad que vaya a realizar, el lugar donde vaya a ubicarse, etc. Algunos de estos trámites son: darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social o en el régimen que corresponda, darse de alta en el censo de actividades económicas de la Agencia Tributaria y elegir el régimen fiscal que más le convenga, solicitar el Número de Identificación Fiscal (NIF), solicitar las licencias y permisos necesarios para ejercer la actividad, inscribir la empresa en el Registro Mercantil, etc.
- Poner en marcha el negocio: el emprendedor debe poner en marcha su negocio, según el plan de negocio que haya elaborado, el modelo de negocio que haya diseñado, el mercado al que se dirija, etc. El emprendedor debe realizar las acciones necesarias para iniciar su actividad, como contratar a los empleados, comprar o alquilar el local, adquirir el material, crear la página web, lanzar la campaña de marketing, etc.
- Captar y fidelizar clientes: el emprendedor debe captar y fidelizar clientes para su negocio, según la propuesta de valor que ofrezca, el segmento de clientes al que se dirija, los canales de distribución que utilice, las fuentes de ingresos que genere, etc. El emprendedor debe realizar las acciones necesarias para atraer, convencer, satisfacer y retener a sus clientes, como hacer publicidad, ofrecer promociones, dar un buen servicio, solicitar feedback, crear una comunidad, etc.
- Evaluar los resultados: el emprendedor debe evaluar los resultados de su negocio, según los objetivos que haya establecido, los indicadores que haya definido, las estrategias que haya implementado, etc. El emprendedor debe realizar las acciones necesarias para medir, analizar y mejorar el rendimiento de su negocio, como hacer un seguimiento, elaborar informes, aplicar correcciones, introducir mejoras, etc.
¿Qué recursos y ejemplos puedes consultar para orientarte profesionalmente en el emprendimiento?
Para orientarte profesionalmente en el emprendimiento, puedes consultar algunos recursos y ejemplos que te inspiren y te orienten en tu camino. A continuación, te comparto algunos de ellos:
- Recursos: algunos recursos que te pueden servir para orientarte profesionalmente en el emprendimiento son:
- Portales web: existen numerosos portales web que te ofrecen información, formación, asesoramiento, financiación, etc. sobre el emprendimiento. Algunos de ellos son: el portal de empleo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el portal de autoempleo del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el portal de emprendedores del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el portal de la Agencia Tributaria, el portal de la Seguridad Social, el portal de CIRCE, el portal de Infoautónomos, el portal de Emprendedores, el portal de TodoStartups, el portal de El Referente, etc.
- Herramientas digitales: existen numerosas herramientas digitales que te ayudan a gestionar, organizar, optimizar, etc. tu negocio como emprendedor. Algunas de ellas son: herramientas de facturación, como FacturaDirecta, Debitoor, Contasimple, etc.; herramientas de contabilidad, como Holded, Anfix, Quipu, etc.; herramientas de gestión de proyectos, como Trello, Asana, Monday, etc.; herramientas de comunicación, como Slack, Skype, Zoom, etc.; herramientas de marketing, como Mailchimp, Hootsuite, Canva, etc.; herramientas de diseño, como Photoshop, Illustrator, InDesign, etc.; herramientas de programación, como Visual Studio Code, Sublime Text, Atom, etc.; herramientas de análisis, como Google Analytics, SEMrush, Moz, etc.; herramientas de formación, como Udemy, Coursera, edX, etc.; herramientas de financiación, como Kickstarter, Indiegogo, Verkami, etc.; herramientas de colaboración, como Fiverr, Upwork, Workana, etc.
- Guías y manuales: existen numerosas guías y manuales que te explican paso a paso cómo emprender tu propio negocio, cómo crear tu empresa, cómo elaborar tu plan de negocio, cómo hacer tu estudio de mercado, cómo elegir tu forma jurídica, cómo cumplir con tus obligaciones fiscales, etc. Algunas de ellas son: la guía del autoempleo del SEPE, la guía del emprendedor del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la guía del autónomo de Infoautónomos, la guía del emprendedor de Emprendedores, la guía del plan de negocio de Cámara de España, la guía del estudio de mercado de Cámara de España, la guía de formas jurídicas de Cámara de España, la guía fiscal del autónomo de la Agencia Tributaria, etc.
- Ejemplos de éxito: existen numerosos ejemplos de éxito de personas que han emprendido sus propios negocios, tanto en el ámbito nacional como internacional. Algunos de ellos son: Javier Goyeneche, fundador de Ecoalf, una marca de moda sostenible que utiliza materiales reciclados, como botellas de plástico, redes de pesca, neumáticos, etc., para crear sus productos; María Benjumea, fundadora de Spain Startup, una plataforma que organiza eventos para impulsar el ecosistema emprendedor, como el South Summit, el encuentro de referencia para los emprendedores del sur de Europa; Brian Chesky, fundador de Airbnb, una plataforma de alojamiento colaborativo que conecta a viajeros con anfitriones que ofrecen sus espacios, desde habitaciones hasta castillos; Jeff Bezos, fundador de Amazon, el gigante del comercio electrónico que ofrece todo tipo de productos y servicios, desde libros hasta cohetes espaciales.
Estos son solo algunos ejemplos de personas que han logrado triunfar en el mundo del emprendimiento, pero hay muchos más. Seguro que tú también conoces a alguien que ha emprendido su propio proyecto profesional y que te puede servir de inspiración y de referencia.
Conclusión
Como has visto, el emprendimiento es una opción profesional para el siglo XXI que puede ofrecerte muchas ventajas, pero también implica muchos retos. Para orientarte profesionalmente en el emprendimiento, debes informarte, formarte, asesorarte, planificarte, gestionarte, etc. Además, debes tener en cuenta tus capacidades, tus intereses, tus motivaciones, tus objetivos, etc.